La generación del conocimiento se ha convertido en una fuente vital para el crecimiento del bienestar en plan global. El conocimiento representa el elemento central que determina la competitividad y todos los actores del sistema internacional se han comprometido en generarlo, desarrollando sistemas nacionales e interacciones internacionales cada vez mas complejas.

El enfatizar de la globalización ha llevado al crecimiento de la importancia de la colaboración internacional del cambio de conocimiento explícito y ha creado comunidades científicas internacionales fuertes, sin  reducir la importancia que tienen los factores locales en adaptar y valorizar el conocimiento.

En la lucha para la excelencia, las universidades tienen un papel aún más grande. Éstas tienen que enfrentar el reto de transformarse en grandes actores en el mercado del conocimiento, atrayendo y desarrollando recursos humanos altamente calificados y concentrando importantes facilidades para la investigación científica. La implicación en la investigación científica y los vínculos cada vez más estrechos con el medio económico se han convertido no solo en fuentes de ingresos suplementarios, sino también en elementos fundamentales del proceso de educación y formación.

A nivel nacional, la Ley Nacional de la Educación prevé que las instituciones de enseñanza superior que han asumido como misión la investigación científica de crear “estructuras técnico-administrativos que faciliten la gestión de las actividades de investigación científica y de los proyectos de investigación científica desarrolladas por el personal de la institución de manera que atienda y responda adecuadamente a los requisitos del personal envuelto en la investigación científica”.

Asimismo, la Carta de la Escuela Nacional de Estudios Políticos y Administrativos (SNSPA) y otros documentos internos asumidos por la gerencia de la universidad apoyan y fomentan las actividades de investigación científica, a las que se les considera como el fundamento del entero proceso académico.

En este contexto apareció también la idea del Instituto de Estudios Latino-Americanos (ISLA), un componente distinto del Departamento de Relaciones Internacionales e Integración Europea – SNSPA, creado por la decisión del Senado de la Escuela Nacional del 1º de octubre de 2012.

Esta iniciativa es una novedad para el espacio académico rumano, representando una de las primeras tentativas de coagular de manera coherente las relaciones económicas, políticas, culturales y científicas con Latino-América. Al nivel de la Unión Europea, los estudios latino americanos se han vuelto cada vez mas importantes, manifestándose no solamente en los espacios tradicionales de España y Portugal, sino también en Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia y asimismo en estados que forman parte recientemente de la Unión Europea, como Polonia, Hungría, Bulgaria y también en Serbia o en el espacio ex-soviético.

Sin embargo, últimamente, el interés por Latino-América ha empezado a crecer también en Rumania, sobre todo en el medio académico. En este momento exista una serie de centros de investigación científica sobre la temática general de Latino-América (El Centro de Estudios Latino-Americanos e Ibéricos de la Universidad de Bucarest, centros similares en las Universidades de Iaşi y Craiova) o centros especializados, como el Centro de Estudios Brasileños de la Universidad Rumano- Americana, pero ninguno de éstos se propone un enfoque integrado, con diferentes perspectivas, de las relaciones entre la zona de Europa Central y del Este y la de Latino-América.